BALANCE ELECCIONES

El domingo pasado se realizaron las elecciones generales en Granadero Baigorria, en donde el actual intendente Adrián Maglia venció por un margen muy acotado a la postulante de Siempre Baigorria. 

El resultado provisorio en la categoría a intendente marcó que Maglia obtuvo 10.152 votos (42,59%) contra los 10.059 de Antonella García (42,07%) y los 3.668 de Victor Bocco (15,34%), el candidato de Unidos para Cambiar Santa Fe. A su vez se registraron 1.893 votos blancos o anulados (7,42%) en el marco que votaron 24.567 personas (el 67,85% de los 38.785 electores del padrón). 

Esos son los números fríos que permiten realizar un análisis para entender por qué se produjo un vuelco tan fuerte del resultado entre las PASO y las generales. Recordemos que en las primarias la ganadora había sido Antonella García con 8126 votos contra 7201 de Juntos Avancemos (repartidos entre 5585 para Maglia y 1616 del kirchnerista Bruera), 4330 de Unidos, 527 del FITU, 386 de la lista libertaria y 2416 entre blancos y nulos. 

Uno de los elementos claves de este resultado en segunda vuelta fue el vuelco que se realizó desde la campaña de Maglia. Luego de las PASO que provocaron un cimbronazo en su equipo y lo tuvieron sin reacción durante una semana, la respuesta fue un pasar a la ofensiva en cuanto a difusión y trabajo territorial. Con un vuelco comunicacional fuerte de márketing electoral con spots nuevos, jingles pegadizos, mayor presencia en las calles y trabajo puerta a puerta, el equipo de campaña de Maglia logró imponer su agenda. Gestos demagógicos como pasar la potestad del aumento de la TGI al Concejo luego de 10 años de manejar dicha potestad, el recibir a los vecinos que se oponian a una nueva intervención en el Paque San Martín después de haber impuesto de forma inconsulta en dicho espacio la sede del Bamco Nación un par de años antes, el anuncio de la llegada de la sede de la UTN sin precisiones de fecha, costos ni tiempos de construcción, etc, fueron parte de ese cambio. Asimismo le dieron mayor difusión a obras realizadas y volcaron el esfuerzo a hacer actividades en los barrios, para retomar el contacto con los vecinos. Todo lo que había estado ausente en las PASO, en las cuales la campaña habia sido rutinaria pensando que ganaban por inercia, fue puesto sobre la cancha en las generales. Y con ello empezó a disputar el voto uno oor uno en el lugar donde la campaña de Antonella García había sido fuerte en las PASO: en los barrios, en el cara a cara, en el presentar propuestas y balances. 

Sumado a esto no podemos dejar pasar otro elemento que tuvo mucho peso y que fue la campaña sucia y de miedo por abajo. Las acusaciones hacia la lista opositora que si ganaban se venia una "conurbanización" de Baigorria, las vinculaciones de la candidata con el Movimiento Evita, la supuesta toma de un terreno con personas que pertenecerían a la CTEP y el Evita (lo que nunca se demostró), los ataques anónimos por redes sociales, las denuncias recurrentes a supuestas vandalizaciones del mobiliario público sin pruebas ni responsables, etc. Todo ello buscando exarcerbar los prejuicios hacia los movimientos sociales buscando crear un enemigo potencial al que tenerle miedo. 

Esta combinación de factores le permitió a Maglia en primer lugar fidelizar los votos propios y sumar los del kirchnerismo camporista. Pero a esto se debe agregar un hecho inédito en la politica santafesina: que el candidato de Unidos, Javier Minetti, haya renunciado a su candidatura haciendo un llamado público explícito a votar al representante de Juntos Avancemos. Tomando los mismos argumentos politicos del magliaismo, logró que una parte de los votos propios se vayan hacia la candidatura de Maglia. No es casualidad que la lista de Unidos haya retrocedido casi 700 votos entre las PASO y las generales. Párrafo aparte merece la posición cómplice de todo Unidos para Cambiar Santa Fe que ante el evidente acuerdo de su candidato Javier Minetti con el gobierno de Maglia, sólo eligen otro candidato sin pedirle a Minetti la renuncia a su banca como concejal. De esta manera dejan explícito que avalan lo hecho por su ex candidato y demostrando que el acuerdo por arriba no fue solamente de Javier Minetti sino de todo el frente para beneficiar la candidatura de Maglia. 

Y finalmente el otro hecho que permite analizar el vuelco es la propia campaña de la lista de Antonella y Milo. Creyendo que la victoria en primera vuelta garantizaba el triunfo y que el trabajo en el territorio permitiría consolidar esto, dejaron avanzar la ofensiva de Maglia sin una respuesta acorde. A la campaña sucia no le respondieron de forma contundente, dejando pasar todo. Inclusive cuando fue la sospechosa toma  del terreno enfrente al camping, solamente realizaron una conferencia de prensa en la cual no denunciaron con contundencia a quiénes podrían estar detrás. A pesar que hubo quien apareció en todas las filmaciones dando la cara, no avanzaron en buscar de quién se trata, para quién milita o en función de qué intereses actuó, dejando pasar ese hecho. Por otro lado, a diferencia de Maglia que politizó su campaña apoyandose en el aparato del PJ, con afiches acompañando las candidaturas de Perotti y Lewandowski, el eje de Antonella García fue la despolitización, el no "pegarse" a ninguna candidatura provincial o nacional (de hecho en la entrevista brindada a nuestra radio evitó definir a quién votaría en un posible ballotage) y hacer hincapié en el trabajo territorial desconectado de la realidad provincial. 

Esta sumatoria de factores es lo que permitió que Maglia, que arrancó de muy atrás en las PASO, pudiera volcar el resultado en las generales y (aún sin tener el recuento definitivo) consagrarse como intendente reelecto. 

Como dato político no menor queda que la nueva gestión de Adrián Maglia parte desde la realidad que apenas el 26,25% de los ciudadanos baigorrienses habilitados para votar lo hicieron por su candidatura. Y que la diferencia con Antonella García fue realmente exigua, apenas 123 votos (un 0,52%). Es decir que a pesar de una campaña millonaria entre afiches, spots, autos publicitarios circulando todo el día, cartelones, publicidad paga en los medios y todo el aparato volcado, apenas 1 de cada 4 vecinos de la ciudad lo votaron. Muy poco para seguir gobernando como lo hacía, sin brindar acceso a la información publica, sin explicar las salidas de funcionarios como el caso del ex Secretario de Seguridad, Alejandro Franganillo, pretendiendo privatizar espacios como la Isla de los Mastiles, no escuchando a los vecinos como fue ante el aumento de la TGI o la construcción de la sede del Banco Nacion, sin democratizar la pauta oficial, entre otras politicas. 

En cuanto a la elección de concejales, el resultado fue similar a la de intendente, triunfando la lista oficialista encabezada por Natalia Annunziata por muy poco por sobre la lista de Adrián Milo. Asimismo hubo una buena elección (pero bajando en relación a las PASO) por parte de Gisela Da Ponte de Unidos. Con esto en el Concejo Municipal los bloques quedaron conformados por:

* Juntos Avancemos: Natalia Annunziata, Favio Maurelli y Mario Rosales 
* Siempre Baigorria: Antonella Garcia y Adrián Milo
* Unidos: Gisela Da Ponte y Javier Minetti

Con esta conformación del Concejo queda claro que el gobierno municipal goza de una mayoria casi automática, dado que a sus propios ediles le tiene que sumar a Javier Minetti, el camaleónico ex candidato renunciante, quien puede posar de opositor pero en los hechos fue funcional al oficialismo. 

Y por último para esta crónica, un dato llamativo de los resultados en nuestra ciudad. En medio de un aluvión provincial de la oposición de Unidos para Cambiar Santa Fe, con Pullaro aventajando por 30 puntos a Lewandowski y Perotti quedando en segundo lugar detrás de Clara Garcia, en Baigorria los candidatos del peronismo fueron los claros ganadores.

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